En la educación Montessori hablamos del orden físico del ambiente, pero existe un tipo de orden igual de importante que pocas veces se menciona: el orden interno. ¿Cómo influye en el aprendizaje de los niños y niñas? ¿Y cómo lo cultivamos en Montessori Village?
En el enfoque Montessori, el orden interno representa una necesidad natural en los niños y niñas de dar estructura y sentido al mundo que los rodea. Esta tendencia se refleja en su búsqueda de organización tanto en su entorno físico como en su pensamiento. Al ofrecerles un ambiente ordenado y materiales dispuestos con lógica, se favorece el desarrollo de esa organización interior que les brinda confianza, seguridad y una mayor comprensión de su realidad.
La educación emocional: la gran olvidada en la educación infantil
Cuando pensamos en Montessori, nos vienen a la mente estanterías organizadas, materiales de madera bien dispuestos, espacios limpios y armónicos… Pero ¿qué pasa con el interior de los niños y niñas? ¿Qué ocurre en su mundo emocional?
Un niño o una niña que llega a clase con la mente alterada por una mañana de prisas, gritos o pantallas, aunque esté físicamente presente, no está disponible para aprender. Porque el aprendizaje profundo no sucede en el caos, sino en la calma.
El ambiente preparado no solo es físico
En Montessori, el ambiente preparado no termina en el aula. También se extiende al clima emocional que creamos. Un espacio seguro no solo es aquel que protege al cuerpo, sino también al corazón.
Un niño o una niña emocionalmente equilibrado/a se siente libre para explorar, cometer errores, colaborar y disfrutar del proceso de aprendizaje.
El orden interno en la pedagogía Montessori se manifiesta de la siguiente manera:
Desarrollo del orden externo
En Montessori, el ambiente está cuidadosamente organizado: cada material tiene un lugar definido y responde a una lógica clara, favoreciendo la concentración y la autonomía.
El orden externo como base para el orden interno
Al convivir con este entorno estructurado, los niños y niñas interiorizan el valor del orden, lo que fortalece su capacidad de organizar sus pensamientos y emociones.
Necesidad innata de organización
Desde los primeros años, niños y niñas muestran una necesidad natural de orden, rutinas y entornos previsibles que les ayuden a entender el mundo.
Beneficios del orden interno
Un buen desarrollo del orden interno les aporta seguridad, confianza, autonomía y favorece su aprendizaje y desarrollo emocional.
¿Cómo cultivamos el orden interno en Montessori Village?
En nuestras escuelas preparamos nuestros ambientes y nuestras rutinas atendiendo a ese orden externo que está tan ligado al orden interno tan importante en la pedagogía Montessori. Pero además, ponemos el foco en el acompañamiento emocional, que es una pieza clave de nuestro proyecto. El cuidado emocional es parte esencial de nuestras relaciones, de nuestro día a día. Algunas de nuestras prácticas clave son:
- Bienvenida individualizada: Recibimos a cada niño y niña con atención plena, reconociendo cómo se siente y dándole el tiempo que necesita para comenzar el día.
- Vinculaciones suaves: Respetamos los tiempos emocionales de cada familia en los periodos de vinculación.
- Acompañamiento respetuoso: Observamos sin juzgar y acompañamos con empatía y límites claros.
- Educación emocional constante: Validamos cada emoción, enseñamos a nombrarla y a canalizar sin reprimirla ni minimizarla.
Porque una estantería ordenada ayuda, sí. Pero una rutina predecible, una mirada cálida o una conversación sin prisa puede tener un impacto aún más profundo.
¿Y en casa? Claves para promover el orden interno y educación emocional
También en el hogar se puede cultivar este orden invisible:
- Crear rutinas suaves y predecibles por la mañana y por la noche.
- Evitar las prisas innecesarias y dejar tiempo para la conexión.
- Nombrar las emociones (“veo que estás frustrado/a, estoy aquí contigo, ¿hacemos una respiración juntos?»).
- Fomentar espacios sin estímulos externos para compartir tiempo de calidad (sin pantallas, sin interrupciones).
Cuidar el interior para que todo florezca
En Montessori Village, sabemos que el desarrollo de los niños y niñas es integral: cuerpo, mente y emociones. Y que el orden interno acompañado por una adecuada educación emocional es el terreno fértil donde el aprendizaje puede brotar con fuerza.
¿Te gustaría conocer más sobre cómo trabajamos el acompañamiento emocional en Montessori Village?
Te invitamos a visitar nuestras aulas, charlar con nuestro equipo pedagógico y descubrir cómo cuidamos lo que no siempre se ve… pero que lo cambia todo.